Más allá de un gran diseño, visualizamos nuestros productos dentro de su contexto global: cómo se integran en los interiores y cómo pueden evitar acabar en un vertedero. Por eso abordamos el proceso de diseño con una mentalidad crítica, preguntándonos "por qué" cinco veces antes de empezar a dibujar.
El objetivo es evitar añadir nuevos componentes a menos que sea estrictamente necesario, manteniendo siempre la modularidad. La técnica de los 5 porqués no es solo una nota olvidada en el cajón de un diseñador. Es una herramienta valiosa que nos ayuda a desarrollar nuevos productos y, sobre todo, a ampliar las familias de productos existentes.
1. ¿Por qué desarrollamos esta luminaria?
2. ¿Por qué usamos este componente?
3. ¿Por qué elegimos este material?
4. ¿Por qué este componente no puede tener doble función?
5. ¿Por qué desarrollamos una nueva herramienta?